Desde The Clash y Ramones a la actualidad, ha corrido mucha agua y el punk está lejos de seguir siendo el mismo estereotipo. La idea de cuestionar lo establecido, implica también los propios límites. Esta filosofía ha pavimentado el camino del punk hasta el día de hoy, brindándonos variedad de expresiones creativas. Dicho esto, haré un recorrido por los subgéneros del punk y recomendaré un álbum por cada uno.
Punk Rock
Como es de esperar, partimos con el género que dio el puntapié inicial. Influenciado fuertemente por el garage rock, el punk rock nace como una respuesta a gran parte del rock contemporáneo predominante: pulido, técnico y solemne. En contraposición, al punk rock le caracterizan sus canciones rápidas, extremadamente simples y con coros memorables.
El segundo álbum de los españoles Eskorbuto, Anti Todo, encapsula todo lo anteriormente descrito, siendo este considerado un absoluto clásico del punk rock en castellano. Dentro de la generación de oro del punk en España, los vascos se caracterizaron por su estilo sarcástico, crudo, desprolijo e insolente.

Post-Punk
El post-punk podría ser descrito como una versión más fría y pálida de lo que es el punk rock, tanto en sonido como en estética. Si bien conserva la simpleza del punk, el post-punk presenta mayor ambición en la construcción de canciones, creación de atmósferas y más apertura a la experimentación.

Siendo el Reino Unido donde nació el punk y el post-punk, nos encontrarnos con Gang of Four y su interesante lanzamiento debut. Mientras Joy Division hacía del post-punk más oscuro y depresivo, los creadores de Entertainment! se encargaron de liderar la versión más rítmica, bailable y con sentido del humor del género.
Hardcore Punk
El hardcore punk es una exacerbación de los principios originales de su género madre. Las canciones son más rápidas, más agresivas y más cortas, las voces son gritadas y erráticas, y la producción es mucho más descuidada.
Si bien no es un álbum como tal, poco importa con una discografía como la de Minor Threat. Los pioneros del movimiento straight edge, en Complete Discography condensan en menos de 50 minutos todos sus lanzamientos para darnos el que probablemente sea el disco recopilatorio más importante en la historia de punk.

Crust Punk
El crust surge dentro del hardcore como un costado más cercano al metal, caracterizado por una búsqueda de oscuridad en el sonido y una imaginería apocalíptica. Esto lo convierte en uno de los subgéneros del punk más fuertes y pesados. Además, está más cargado al mensaje político, ambiental y social que el hardcore.

Dentro de su EP debut Human = Garbage, los californianos Dystopia son inconfundibles por el sonido hipnótico y demoledor del bajo, que dota de cuerpo y grosor a la mezcla. La guitarra hace su trabajo con riffs lentos, arrastrados y pesados mientras la batería golpea conservando la energía original del hardcore.
Ska Punk
El ska punk se establece como una intersección entre los ritmos jamaiquinos del ska con la intensidad propia del punk. Las canciones son divertidas, bailables y tienen un sentido incluso festivo. También, tiende a incorporar instrumentos poco convencionales dentro del punk, principalmente instrumentos de viento, como trompetas, trombones o saxofones.
«Que bien me lo estoy pasando bailando este ska» es la frase que define el disco homónimo de los vascos Kortatu. Con himnos como «Nicaragua Sandinista», «Zu Atrapatu Arte» y «Sarri Sarri» supieron consagrarse como una de las bandas más influyentes de punk iberoamericano.

Crossover Thrash
Como sugiere el nombre, el crossover thrash es una fusión surgida en los ’80 entre el hardcore punk y el thrash metal. A pesar de que el primero influenció al segundo, el crossover es más adyacente al punk que metal.

Los texanos D.R.I. fueron tan influyentes en esta intersección que su segundo lanzamiento Crossover literalmente bautizó y popularizó el género en el underground americano.
Folk Punk
El folk punk es de los subgéneros del punk menos pesados en comparación a sus pares. Esto se debe a la predominante influencia del folk y una marcada tendencia al uso de instrumentos acústicos. También puede incorporar vientos, acordeones, banjos, etc.; en definitiva, instrumentos que contribuyen a construir la estética del género.
El debut homónimo de Violent Femmes es un perfecto ejemplo de un disco que evoca y transmite la esencia del folk punk. El prolijo uso de las cuerdas además de la producción de la voz se encargan de darle este sentido minimalista pero cercano, cálido y más personal.

Pop Punk
Popularizado en los ’90 y siendo de los subgéneros del punk con mayor éxito comercial, el pop punk es bastante auto-explicatorio con su nombre. Las canciones son concisas, pegajosas y con ganchos muy dulces. Si bien el punk desde un inicio buscó canciones digeribles y atrapantes, el pop punk requiere un poco más de precisión y técnica que el punk rock clásico.

En Dude Ranch los destacados blink-182 dan cátedra de lo que debe ser un álbum de pop punk. A pesar de lo cuestionable que ciertas líricas pueden ser a día de hoy, supieron retratar el espíritu de la época para elaborar clásicos históricos del género como «Dammit» o «Josie».
Powerviolence
Si hay algo más contrario al puesto anterior, eso es el powerviolence. Siendo fuertemente influenciado por el grindcore, se caracteriza por su rechazo absoluto por la melodía y las estructuraciones estándar de cualquier canción. Dado esto, las canciones del género suelen durar segundos y los álbumes de entre 10 a 20 minutos como mucho. Presentan cambios de ritmo abruptos dentro una misma canción y la forma de gritar es absolutamente primitiva y carente de toda técnica. Esto lo convierte, junto al crust punk, en uno de los géneros más intensos, violentos y extremos de todo el punk.
En su único álbum Youth Attack!, la banda estadounidense Charles Bronson materializa en menos de 13 minutos la esencia original del powerviolence: hacer el punk más extremo posible. Una ráfaga de 20 canciones que taladran los oídos y se marchan sin avisar.

Post-Hardcore
El post-hardcore, en este punto de la historia, ya puede ser considerado entre los géneros más influyentes de todo el género. Como indica su nombre, es la secuela espiritual del hardcore punk, conservando lo dinámico y agresivo, pero dotándolo de sofisticación, tanto en técnica, composición y arreglos. Es un caso particular en el punk pues, mientras muchos subgéneros del punk han sufrido altibajos en su popularidad e influencia, el post-hardcore se ha sabido reinventan década tras década, entregando constantemente expresiones creativas.

El segundo álbum de la banda sueca Refused: The Shape of Punk to Come, marcó el punk para siempre con su descaro y versatilidad sonora. Redefinieron el género para siempre materializando lo que, a propósito o no, ya venían pregonando con el título del disco.