El seremi de Economía local, Javier Sepúlveda, destacó que el desempeño económico refleja el potencial y la capacidad para impulsar el crecimiento regional y nacional. «Es un testimonio del arduo trabajo y de la dedicación de nuestros empresarios, emprendedores, trabajadores y las alianzas público-privadas». Pese a esto, las Pymes del Barrio Universitario de Concepción demuestran expectativas negativas en la ciudad.
El PIB Regional Año 2023, publicado por el Banco Central, posiciona al Biobío como un motor esencial para el desarrollo de Chile. Biobío alcanzó un 5,9 %, convirtiéndose en la región con mayor crecimiento económico, frente a otras como Aysén (3,8 %) y Coquimbo (3,5 %).
Pymes en el Barrio Universitario
María Gutiérrez, trabajadora de Restaurantón, comenta que «actualmente tenemos algo que sale día con día, no más, no está muy buena la economía. Hay que subir por supuesto los precios, por eso también trae como consecuencia que menos gente compra. En realidad, hoy en día hay mucha menos gente comprando».
A la vez, Julia Palma, vendedora ambulante en la Universidad Concepción, menciona que «cada vez estamos peor. Porque tú vas a comprar una semana y a la semana siguiente encuentras otros precios. En los materiales, desgraciadamente uno fija un precio al comienzo del año…».
También señala que, durante este último mes, ha notado que está bajando la cantidad de alumnos que compran, lo mismo que recalcan desde Restaurantón. «La gente compra exactamente lo justo y necesario, nada más», añadiendo, «hay que tratar de comprar lo menos posible, que las cosas no se pierdan. En fin, ya no se compra como antes y tampoco se vende como antes».
Informes negativos
El Instituto Nacional de Estadística (INE), anunció que la informalidad laboral en la región aumentó un casi 2 %, equivalente a 3.327 personas. Explicado por el sector de la industria manufacturera, que ha disminuido en un 8 %. Y la tasa de desocupación fue de casi un 9 %, aumentando 1,5 puntos porcentuales respecto al año anterior. Julia alude que, «veo harto difícil que la situación se arregle. Porque hay mucha cesantía, cada vez la gente va perdiendo su pega».
Esteban Arrias, economista de recursos naturales y medioambiente de la Universidad del Desarrollo, en torno a los emprendimientos, indica, «no más del 50 % sigue operativo. Así que los niveles de desempleo van a seguir altos de aquí al mediano plazo. Y ahí es donde se esperaría que el gobierno entrara a intervenir, realizando capacitaciones o buscando alguna forma de disminuir este nivel de desempleo».
El pasado anuncio por parte de la Compañía Siderúrgica Huachipato, sobre el cierre indefinido de sus operaciones, puso en alerta a la región. Sin embargo, actualmente ha revertido su plan tras la nueva fijación de tasas del acero chino por parte del gobierno. Más de veinte mil personas que debiesen tratar de adaptarse a nuevos sectores o empezar a emprender en Pymes, si la empresa hubiera cerrado formalmente, comenta Arrias.
Experiencias de las Pymes con Sodexo
El proceso de pago por medio de Sodexo, actualmente realizada por Edenred, para los universitarios que poseen la Beca de Alimentación (BAES). Ha favorecido a los pequeños negocios dedicadas a los alimentos y con mayor público de universitarios, pese a que el proceso para conseguirlo no es sencillo. Según el Restaurantón, fue un proceso que costó y que tuvieron que realizar diferentes trámites, pasando por varias etapas. Aunque vuelven a aludir que, a pesar de que en un inicio les favoreció, “los universitarios están prefiriendo comprar sus cosas en el supermercado. Abastecerse de cosas básicas No estar comprando comida así al paso”.
No obstante, no solo ha habido problemas al momento de la postulación, también al momento de reembolsar el dinero conseguido, como apunta Palma. “Ponen muchos obstáculos. A uno le dicen una cosa y en el momento de que ellos tienen que reembolsar el dinero, salen con otra empanada”. Agregando que, “cuando a ti te van a pagar lo que tú ya has vendido, Sodexo pone muchos obstáculos. Yo perdí, yo perdí tres millones y medio. En menos de tres meses. Entonces dije, no más. No voy a seguir regalando mi plata, sacrificándome para que otros aprovecharan en el fondo. Entonces yo al final ya lo di por perdido, no más. Ya no sigo insistiendo en que me paguen lo que ellos me deben.”
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