Desarrollo económico: pymes en la Udec

Una alentadora noticia para las empresas y la economía local de la región se destacó en este último año, pues el desarrollo económico del Biobío incrementó en un 5,9% del PIB, siendo este el más alto del país. Además, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMACEC) incrementó al menos un 2% en febrero.

Este es un dato muy significativo y positivo para la economía regional y nacional. El hecho de que exista un alza en los valores económicos zonales y macrozonales es una señal de reactivación económica que impacta directamente en la generación de empleos de calidad, lo que a su vez contribuye a la reducción de la pobreza y la desigualdad, creando más oportunidades para los ciudadanos. Este proceso puede describirse como un círculo virtuoso donde el crecimiento económico y el bienestar social se retroalimenta mutuamente.

La opinión de un experto

La Seremi de Desarrollo Social y Familia juega un papel crucial en este proceso de desarrollo económico. Según Hedson Díaz Cruces, Seremi de Desarrollo Social y Familia de la región del Biobío, el presidente ha estado trabajando para consolidar un gobierno que promueva el desarrollo económico. «Nosotros participamos en el proceso de medición de la canasta básica de alimentos en nuestra secretaría de evaluación social. Participamos en comités de procrecimiento y también en la comisión interministerial que busca reactivar la economía en los servicios públicos que lidera el Ministerio de Economía», menciona Díaz Cruces.

El Ministerio de Desarrollo Social y Familia desempeña un rol importante en la articulación de los servicios públicos para lograr la inversión pública en el territorio. Una de sus estrategias es fortalecer la posición de la región del Biobío en el ámbito del crecimiento y el conocimiento. Esto se logra principalmente al destrabar proyectos de inversión pública, lo que es esencial para la estrategia regional. Estas acciones incluyen el plan de movilidad, donde participan todos los servicios públicos para resolver cuestiones importantes y avanzar en la reactivación económica.

Estas estrategias están diseñadas para buscar el bienestar general de la población a través de la ejecución eficiente de la inversión pública en la región, lo que ha llevado a que el Biobío se convierta en una de las regiones con mayor crecimiento económico del país.

Un negocio que prospera en la universidad

Un ejemplo claro de cómo estas estrategias se traducen en beneficios concretos es la Universidad de Concepción, que alberga una gran variedad de microempresas. Entre ellas destaca la “Cafetería Calma”, ubicada en la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Este emprendimiento nació en 2020, en plena pandemia, y aunque inicialmente no generaba grandes ingresos debido a las restricciones sanitarias, su situación cambió notablemente post pandemia. Con el retorno de las clases presenciales y la disminución de las restricciones, las ventas de la cafetería aumentaron significativamente gracias al mayor flujo de personas dentro del campus.

Una trabajadora de la cafetería comenta: «Es rentable tener una Pyme dentro de la Universidad de Concepción, porque la compra de los estudiantes es activa y al día viene mucha gente a toda hora. Sin embargo, hay días que la venta es mayor y otros en los que no, como el viernes (…) Al día se generan 400.000 pesos aproximadamente. Este año 2024 ha sido el de más ventas a diferencia de los años anteriores».

Desarrollo económico

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son fundamentales para dinamizar la economía regional. Generan empleo y contribuyen al desarrollo económico local. Además, las pymes pueden evolucionar hacia macroempresas en el futuro gracias al apoyo gubernamental, que ofrece distintos planes de ayuda financiera y recursos para su crecimiento. Este tipo de apoyo es crucial para el desarrollo sostenible y la creación de un entorno económico favorable que beneficie a todos los sectores de la sociedad.

El Biobío: un modelo de desarrollo económico sostenible y colaborativo

En resumen, el notable crecimiento económico del Biobío y el incremento del IMACEC son indicadores positivos que reflejan la efectividad de las políticas y estrategias implementadas para reactivar la economía regional. La colaboración entre el gobierno con sus planes de ayuda financiera, las instituciones educativas y las microempresas crea un entorno propicio para el crecimiento y el bienestar social. Estos avances no solo mejoran la calidad de vida de los habitantes del Biobío, sino que también fortalecen la economía nacional, demostrando que una gestión eficiente y colaborativa puede generar resultados significativos y duraderos.