1 de julio de 2024
Prendas de vestir Fast Fashion

Imagen de <a href="https://pixabay.com/es/users/ornaw-8155178/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=3987460">Orna Wachman</a> en <a href="https://pixabay.com/es/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=3987460">Pixabay</a>

El Fast Fashion, comprar y comprar ropa, pero a qué costo.

La nueva fórmula del mundo textil “comprar más, usar menos”, ha tenido como consecuencia el nacimiento de vertederos con montañas de ropa desechada producto del fast fashion. Lo que ha posicionado a la industria de la moda como una de las más nocivas a nivel mundial.

Moda producida en serie, a bajos costos y en función de las tendencias. Con cerca de 50 colecciones al año, la acumulación de prendas baratas, en realidad ha sido gracias a la continua reducción en los costes de producción, explotación laboral, trabajo infantil y los altos daños medioambientales.

Pero… ¿qué es el fast fashion?

Esta estrategia también conocida como “moda rápida”, es utilizada por el sector de la moda, para elaborar y renovar prendas en el menor tiempo posible, con el fin de satisfacer las necesidades de los consumidores y que tengan una nueva tendencia que comprar.

Es así como la industria ofrece la posibilidad de acceder a prendas nuevas, con precios flexibles y de manera continua. De esta forma es que diversas tiendas han sido las impulsoras: H&M, Zara, Primark, Shein, Mango y Forever 21, son algunas de las abanderadas.

«A veces no necesito ropa, pero abro Shein, veo algo bonito, a un buen precio y el envío es rápido… entonces compro».

Comenta Diego Hernández, joven comprador.

Del armario al basurero: cómo afecta al planeta

Ropa acumulada producto del Fast Fashion
Foto de Francois Le Nguyen en Unsplash

El impacto del fast fashion, se refleja en que la industria textil sea responsable del 10% de las emisiones de carbono a nivel global. Posicionándose como la segunda más contaminante después de la petrolera.

«La contaminación excesiva producto de la producción de ropa provoca un daño irreversible en el planeta».

Señala la Organización de Naciones Unidas.

Se calcula que anualmente para la fabricación de ropa se utilizan 93 mil millones de metros cúbicos de agua. La que al ser lavada, libera cerca de 700.000 microfibras, que posteriormente son ingeridas por organismos acuáticos. Es así como el Banco Mundial indica que: “Aproximadamente el 20% de toda la contaminación del agua se origina por los procesos de tratamiento y teñido de textil».

Por otra parte, los materiales con los que trabaja el fast fashion, no son biodegradables, por lo que pueden tardar hasta 200 años en descomponerse. Al respecto, la organización Greenpeace señala que, “se estima que el 73% de la ropa producida anualmente termina incinerada o en basureros, lo que contribuye a la contaminación terrestre y atmosférica”. Así mismo, para el cultivo de algodón se utilizan una serie de productos químicos que degradan los suelos. Por otra parte, esta industria es responsable de generar una gran cantidad de gases de efecto invernadero.

El vertedero de la ropa en Chile

Chile no es ajeno a las consecuencias del fast fashion, el desierto de Atacama, reconocido por ser el más seco del mundo, se ha convertido en uno de los vertederos más grandes de la industria textil. Este espacio acumula ropa usada y nueva, sin vender de todo el mundo.

Chile es el mayor importador de ropa usada de Sudamérica, al lugar llegan decenas de poleras, zapatillas, polerones y pantalones. Es así, como cada año recibe alrededor de 59.000 toneladas de prendas, de las cuales se calcula que 40.000 van a parar a zonas de sacrificios de la moda, en los llamados cementerios clandestinos, los cuales se encuentran ubicados en las afueras de Alto Hospicio, afectando la flora, fauna y a la comuna con altos niveles de pobreza.

“Lamentablemente hemos transformado nuestra ciudad, nuestra región y nuestro país, en el basurero del mundo”.

Comenta Patricio Ferreira, alcalde de Alto Hospicio, para BBC News.

Si quieres saber más acerca de lo que sucede en el desierto de Atacama, te invitamos a ver este reportaje de BBC News.

Buscando soluciones: ¿Cómo reducir el impacto medioambiental del fast fashion?

Aunque el futuro de la moda es incierto, existen acciones que los consumidores pueden llevar a cabo para contribuir a combatir el fast fashion y ser parte de la apuesta para reducir su huella ecológica:

  • Participar en la idea de la moda circular, reutilizando ropa usada.
  • Comprar menos, escoger prendas que realmente necesites.
  • Seguir el modelo de las 7R de Fashion Takes Actions: resignificar, reducir, reparar, reusar, revender y reciclar.
  • Incentivar la puesta en marcha del slow fashion.
  • Dejar de comprar en marcas que incurren la práctica del fast fashion o reducir su consumo.

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