Concepción recibió la esperada noche que juntó finalmente al grupo original después de 24 largos años en su tierra natal. Para la mayoría de los asistentes cumplió con todas sus expectativas, sobre todo para los ubicados en cancha. Tocaron un amplio repertorio de canciones que hicieron saltar, cantar y bailar a un diverso público de todas las edades. La presentación contó con momentos emocionantes, como el intercambio de Pancho Molina y Álvaro Henríquez, el primero dejó su batería para tocar el bajo. La banda se mostró con su calidad intacta, a pesar del crítico estado de salud en el que se encontró el vocalista hace unos años.
Detalles de la motivada jornada en Concepción
Un momento importante del concierto, es que durante la canción “Pájaros de fuego”, cambió la escenografía que habían usado hasta ese momento. En pantalla grande se mostraron imágenes del golpe de estado que causaron gran revuelo en el público. Una imagen de Salvador Allende, expresidente de Chile, también Augusto Pinochet, dictador del país, este último provocando muchas pifias de parte del público penquista. Lo que se estaba mostrando era cine, de la serie de películas de Pablo Guzmán “La batalla de Chile”. Este acto se pudo ver solo en vivo durante el concierto en Concepción, ya que no se transmitió por televisión.
La música, en particular el género del rock, ha jugado un importante rol en el país durante todas las épocas. Las letras marcan hitos, ayudan a no olvidar y tener la memoria viva, sobre todo en una ciudad como Concepción. Muchas veces, durante períodos difíciles el miedo no permite expresarse mediante el habla, es ahí cuando el arte ayuda. Y queda plasmado, la música no se borra, es un regalo para las próximas generaciones. Así pudimos ver una vez más con «Los tres», que a pesar de no ser un grupo nuevo, siempre hay juventud en sus recitales. Sus álbumes son alabados constantemente, como «La espada y la pared» o «Fome», a pesar de haber salido antes del 2000.
Opiniones del público joven de Concepción
En general había una atmósfera de emoción y euforia ante las variaciones que del concierto. Lamentablemente el espectáculo sufrió algunas fallas técnicas, provocando que ciertos sectores como galería no tuvieran buen audio. Esta situación debió haberse solucionado en las pruebas de sonido, aunque nada detuvo el ánimo de cantar y bailar del público. Entre los universitarios que asistieron causó furor el momento de la cinematografía. Martín Muñoz, estudiante de pedagogía en educación física en la “Universidad de Concepción”, nos cuenta sobre su propia experiencia y lo que pudo observar:
“Creo que debido a la letra de «Pájaros de fuego», incluir videos de la lucha social y de la dictadura fue emotivo para muchas personas. Más aun habiendo personas de distintas edades, fue un momento que hizo que la canción se sintiera diferente a simplemente escucharla así como así.”
Natalia Montiel, de 23 años, estudiante de periodismo de la Universidad de Concepción, opina sobre el significado que tuvo esto:
“En general los tres toman un legado histórico en Concepción que afecto a la música y que te están diciendo que para ellos sigue vigente. Lo encuentro increíble, además creo que tanto “Pájaros de fuego” como “Flores secas” tratan sobre eso en su trasfondo, fue bacán que lo hayan hecho. Me gustaría incluso que hubiera habido más, porque “Pájaros de fuego” tuvo pausas, entonces tuvo hasta su bloque propio.”
